Soy docente de ética y religión del Centro Educativo Alfonso López Pumarejo, del municipio de La Virginia Risaralda. Hace dos años vengo desarrollando una propuesta de inmersión de los medios de comunicación al aula de clase, experiencia significativa que hace parte del programa nacional de formación de docentes en medios audiovisuales.
Esta propuesta, que nació como un proyecto de aula del área que oriento, se ha convertido en el eje fundamental del desarrollo institucional. A través de este proyecto se busca "romper con el círculo de pobreza" que rodea a nuestros estudiantes, mostrándoles "nuevos mundos", desde el poder que ejercen los medios de comunicación, cuando se utilizan en pro de la cultura ciudadana, la identidad y el sentido de pertenencia. Durante todo este tiempo he podido evidenciar la recuperación, que poco a poco, se hace del tejido social a través de la mirada esperanzadora de niños y niñas, que ven en los medios de comunicación un espacio de expresión, desde donde construyen comunidad, cultura y paz en medio de la pobreza, la violencia y el abandono que invaden las calles de sus barrios marginados, llenos de dolor y desesperanza. Ellos se han convertido que la voz de aliento que se escucha en la radio, en la sonrisa amable y fresca que se refleja en la televisión y en la pluma que escribe y narra toda la memoria histórica y cultural de su municipio a través de un periódico. Liderar este proyecto multimedial no ha sido una tarea fácil, pero he contado con la credibilidad y el apoyo de los directivos y demás docentes de la institución, de las familias de los estudiantes, de los entes gubernamentales a nivel nacional y local, pero sobre todo con la alegría y disponibilidad de estos jóvenes que se abren paso frente al mundo, un mundo global, un mundo tecnológico, el mundo de las massmediaciones.
Esta propuesta, que nació como un proyecto de aula del área que oriento, se ha convertido en el eje fundamental del desarrollo institucional. A través de este proyecto se busca "romper con el círculo de pobreza" que rodea a nuestros estudiantes, mostrándoles "nuevos mundos", desde el poder que ejercen los medios de comunicación, cuando se utilizan en pro de la cultura ciudadana, la identidad y el sentido de pertenencia. Durante todo este tiempo he podido evidenciar la recuperación, que poco a poco, se hace del tejido social a través de la mirada esperanzadora de niños y niñas, que ven en los medios de comunicación un espacio de expresión, desde donde construyen comunidad, cultura y paz en medio de la pobreza, la violencia y el abandono que invaden las calles de sus barrios marginados, llenos de dolor y desesperanza. Ellos se han convertido que la voz de aliento que se escucha en la radio, en la sonrisa amable y fresca que se refleja en la televisión y en la pluma que escribe y narra toda la memoria histórica y cultural de su municipio a través de un periódico. Liderar este proyecto multimedial no ha sido una tarea fácil, pero he contado con la credibilidad y el apoyo de los directivos y demás docentes de la institución, de las familias de los estudiantes, de los entes gubernamentales a nivel nacional y local, pero sobre todo con la alegría y disponibilidad de estos jóvenes que se abren paso frente al mundo, un mundo global, un mundo tecnológico, el mundo de las massmediaciones.
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